lunes, 3 de septiembre de 2018

Didaché

TEXTOS CRISTIANOS NO CANONICOS
LA DOCTRINA DE LOS DOCE APÓSTOLES

Didaché

Fuente: Historia de la Iglesia Primitiva, por E. Backhouse y C. Tylor.

Esta obra es uno de los más antiguos documentos cristianos no canónico y es fundamental para la comprensión de cómo los primeros cristianos ofrecían culto a Dios.
Se estima que fue escrita entre los años 65 y 80, no conociéndose el nombre de su autor. Diversos autores creen, que con mucha probabilidad, fue escrita en Siria.
El académico y filósofo canadiense, Jean-Paul Audet1 (1918–93), dominico, ha estudiado en profundidad esta obra, comenzando por su titulo.
A la Didaché (instrucción en griego) se le asignan dos títulos, uno corto, “Instrucciones de los Apóstoles”, preferido por Audet, y otro más largo “La instrucción del Señor a los gentiles por medio de los doce Apóstoles" que es por el que se inclina el teólogo luterano alemán Adolf Von Harnack (1851-1930).

Fue un texto que gozó de una gran influencia en aquellos tiempos, hasta el punto que Eusebio de Cesárea (275-339), en su Historia Eclesiástica (H. E.), tiene que advertir que es un texto no canónico:
“Hay que considerar como espurios los siguientes: Los hechos de Pablo, el llamado Pastor, el Apocalipsis de Pedro, la que dicen que es Epístola de Bernabé, el escrito llamado Enseñanza de los
Apóstoles y, como dije, si se desea, el Apocalipsis de Juan. Este escrito es rechazado por algunos y considerado entre los reconocidos por otros.” (H. E. 3, 25, 4). No obstante, en un texto atribuido a San Atanasio (297-373), obispo de Alejandría, se aconseja como libro muy útil para la instrucción de los catecúmenos. A partir del siglo XII no se encuentra ninguna cita de la Didaché en la literatura
cristiana, hasta que en el año 1873, un monje ortodoxo llamado Filoteo Bryennios, que llego a ser metropolita griego de Nicomedia, descubrió, cerca de Constantinopla, un códice griego del año 1057, denominado Codex Hierosolymitanus, que contenía, entre otros textos la Didaché. El códice se  conserva actualmente en la biblioteca del Patriarcado de Jerusalén. El texto de la Didaché se publicó en el año 1883.
La Didaché ha sido un texto exhaustivamente estudiado desde su redescubrimiento, consta de dieciséis capítulos que se dividen claramente en tres partes, la primera ofrece una serie de instrucciones morales y abarca los seis primeros capítulos; la segunda, del capitulo siete al décimo, que contiene instrucciones litúrgicas; y la tercera, que expone instrucciones disciplinares. El último capitulo es una invitación a la vigilante espera de la segunda venida del Señor o Parusía.
La forma de expresar las instrucciones morales de los seis primeros capítulos es mediante la misma metodología utilizada en los capítulos del 18 al 20 de la “Epístola de Bernabé”, la doctrina de las dos vías, por esta razón se ha querido ver una relación entre ambos escritos; opinión que no es compartida por Aubert.
También algunos autores han querido ver influencias del “Pastor de Hermas” e incluso del
“Diatessaron” de Taciano, pero no se ha llegado a ninguna conclusión definitiva.
Las dos vías propuestas y con las que comienza el texto son: “Existen dos caminos, entre los cuales, hay gran diferencia; el que conduce a la vida y el que lleva a la muerte.”
El camino de la vida se concreta en “Amarás a Dios que te ha creado; y en segundo lugar, amarás a tu prójimo como a ti mismo; es decir, que no harás a otro, lo que no quisieras que se hiciera contigo”.
El capitulo V se dedica a describir el camino que conduce a la muerte. “Su término es el asesinato, los adulterios, la codicia, la fornicación, el robo, la idolatría, la práctica de la magia y de la brujería. El rapto, el falso testimonio, la hipocresía, la doblez, el fraude; la arrogancia, la maldad, la desvergüenza; la concupiscencia, el lenguaje obsceno, la envidia, la presunción, el orgullo, la fanfarronería.”
Bajo el punto de vista de la liturgia los capítulos del VII al X son muy importantes, tratan del bautismo, del ayuno, de la oración y de la eucaristía.
La Didaché es el primer texto cristiano no canónico que incluye el Padrenuestro, con la indicación de la obligación que tienen los fieles de rezarlo tres veces al día, en clara similitud con la obligación judaica de rezar la Shemá.
Así mismo contiene las preces eucarísticas más antiguas que poseemos.
En el capitulo cuarto se refiere a la confesión de las culpas, quizás mas en el sentido de oración penitencial que como sacramento, cuando dice “Confesarás tus faltas a la iglesia y te guardarás de ir a la oración con mala conciencia.” Sin embargo en el capitulo catorce habla de penitencia sacramental necesaria antes de recibir la Eucaristía, “Cuando os reuniereis en el domingo del Señor, partid el pan, y para que el sacrificio sea puro, dad gracias después de haber confesado vuestros pecados”. Obsérvese como la práctica dominical ya estaba implantada.
La Didaché fue el modelo de otros textos litúrgicos y a escritos de derecho posteriores, como, por ejemplo, la Didascalía Siríaca, conocida también como la Doctrina católica de los Doce Apóstoles y de los santos discípulos de nuestro Salvador, de autor desconocido, escrita en los primeros decenios del siglo III, para una comunidad de cristianos convertidos del paganismo de la Siria septentrional, o la Tradición apostólica de San Hipólito, discípulo de San Irineo, muerto en el año 325 y último escritor romano que emplea el griego.
Cándido Casal

Fuente: Historia de la Iglesia Primitiva, por E. Backhouse y C. Tylor.

Publicado en www.origenescristianos.es

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